Piensa en los índices como un "grupo" de acciones que mide el valor de un sector o industria del mercado. Por ejemplo, el FTSE 100 representa las 100 compañías más grandes que cotizan en la Bolsa de Valores de Londres. Si los precios de las acciones de estas compañías suben, el FTSE 100 también lo hará. Como los índices no son productos reales, no se pueden operar directamente. En cambio, los inversores operan con índices a través de derivados como CFDs, futuros u opciones.